Hace tiempo que tenía ganas de pisar el Montesquiu. Me habían hablado maravillas, tanto por su producto como por sus patatas bravas. Buscar la mejor papa ya es algo que corre por mucho de los barceloneses afincados. Muchos son los que me habían prometido que las patatas bravas del restaurante Montesquiu de Barcelona no me dejarían indiferente. Así que decidí probarlas.
Su cantidad no asusta pero tampoco es una de las raciones de las que nos quedamos con hambre. Perfecta para compartir entre dos. Su presentación cumple con lo establecido. Corte de patata al estilo panadero pero algo mas pequeño. Su fritura de lo mejorcito de este suculento plato. Crujen que da gusto y eso me encanta. Una a una mientras las vas masticando suenan con ese pequeño crujido que solo escuchamos en nuestro interior. Excelentes. La salsa el acompañamiento perfecto. Salsa poco grumosa y de elaboración propia. En su sabor nos recuerda a la típica salsa espinaler. Por lo tanto pica pero sin salir echando fuego por la boca.
Me gustan. Por no decir que me encantan. Además su precio es inmejorable, Si te soy sincero echaba de menos este corte. Estaba cansado del típico corte estándar y la verdad es que me sorprendieron gratamente. A pesar de que me gustaron de aquí a china quiero darles otra oportunidad. Sencillamente porque no me gustaría encasillarlas mas a bajo del ranking de lo que merecen.
Precio: 2,60€
¿Dónde?
Montesquiu L3 Lesseps
Calle Mandri, 56
Barcelona
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